lunes, 2 de mayo de 2011

Wien, Österreich


Miércoles 9 de marzo. 

Abro los ojos y miro el reloj. Son casi las una de tarde y tengo un sms. Todo el mundo duerme y huele a bodega. Abro el sms y leo a Vélez que me dice que ya están las notas de Contabilidad, que si quiero saberla que le diga mi contraseña del mail de la Universidad de Göttingen. Se la doy y espero unos muy muy muy angustiosos minutos, pensando que no pasa nada si suspendo, me lo estoy pasando muy bien. Pero ya sí que me lo pasaría bien si resulta que estoy aprobada. Y sería un milagro, eso está claro.

Mensaje recibido:
Enhorabuena, SAPS. Tienes un 3! Disfruta de tu aprobadooo!


Dios, dios, dios… ¡estoy aprobada! ¡Y toda esta gente durmiendo, no puedo gritar! Necesito hacer algo, necesito hacer algo…
Me bajo de la litera, sorteo algunas maletas y voy camino del baño. Y mientras voy me duele la cara de sonreir, me miro al espejo y no sé si empecé a saltar, pero me faltó poco. CONTABILIDAD APROBADA! Es el momento en el que eres consciente de que acabar una carrera es posible. xDDD


En fin, continuo con el viaje…

Tras el segundo día de turismo “comunitario” llegamos al hostal ya de noche, nos duchamos y nos acostamos. Bueno, algunos. Bueno, Pura, Elena y yo si no recuerdo mal. El resto al Batalion a perder neuronas y arriesgarse a no coger el autobús que la mañana siguiente partía hacia Viena.

A la mañana siguiente claro está que sólo unos pocos estamos levantados, duchados y con la maleta preparada a una hora y los que huelen a bodega aún les queda por hacer todo. Vamos, que llegamos para coger el bus 10 minutos antes de que saliera, y creo que tuvimos suerte.
Nos metemos en el bus camino a Austria y aquello huele… singular. Éramos nosotros.

El hostal era muy curioso, al estar las habitaciones directamente conectadas a la calle y por estar todas las literas juntas a lo largo de un pasillo (excepto nuestra habitación). Pero desgraciadamente un par de nuestro grupo tuvieron que dormir en ese pasillo.
Ese primer día llegamos demasiado tarde para hacer ya nada y además, los resacosos necesitaban dormir así que… ya a las 9 de la noche resucitaron y nos pudimos ir a cenar. No nos acostamos muy tarde ya que queríamos aprovechar al día siguiente. Lo que no sabíamos era lo que nos esperaba…
Al llegar esa misma noche vimos esto en las camas de los Jonas y Ale, los que dormían en el pasillo junto con el resto de gente, que no eran pocos:

Prueba del delito
Las tres Marías
Nos fuimos a dormir y no le dimos mucha importancia, aunque a la mañana siguiente lo comentamos entre nosotros. Al parecer teníamos unos grafiteros/rapados ingleses justo al lado de la habitación que no paraban de beber y que creíamos que habían pintado las sábanas de los que iban con nosotros.
Pues bien, segundo día (y último): después de organizarnos, ducharnos, vestirnos y todo lo que eso conlleva para un grupo de 10 personas, vamos saliendo del hostal. Y mientras voy atravesando el pasillo veo que Carmen, la única no española de nuestro grupo les dice a los ingleses que no pararon de hacer ruido ayer, que han manchado las sábanas, etc. Pensé que todo quedaría en eso y salí para afuera, avisando a estos de que quizá tardaban un poco en salir ya que estaban teniendo “bronca” en el pasillo. Para que digo nada… todos pa’ dentro!
Y en menos de 5 minutos está el dueño del hostal sentado muy tranquilo enfrente de las camas de los ingleses (con todos los espectadores españoles alrededor) diciendo que quiere que le expliquen todo o llama a la policía. 

Un dato curioso. Resulta que una rubia que había llegado por la noche al hostal, mientras buscaba su cama se topó con uno de los encantadores ingleses y no pudo negarse a acostarse con él. Sí, sí… con sábana puesta en la litera en vertical tapando toda la cama de debajo para que no se viera nada. Y eso empeoró la situación.


En menos de 10 minutos llegó la policía. Les interrogaron, registraron, cachearon… y ellos contestándoles con chulería. Total, que el tío los acabó echando sin devolverle el dinero de los 5 días que habían pagado.
Y en ese momento es cuando uno de ellos dijo que nos habían echado por nuestra culpa y que tuviésemos cuidado, que nos esperaban en la calle.



Pffff, pa imaginarse la situación. Las dos de la tarde, todavía metidos en el hostal y ya si que no pensábamos salir. Se barajaron varias opciones: cambiarse de hostal, pillarse el primer bus que saliese para Praga, quedarnos todo el día en la habitación, etc. Hasta que Alberto, Lorenzo y Elena, no pudiendo aguantar más el mono de tabaco, decidieron salir a la calle y ver si seguían allí fuera para hablar con ellos. Y menos mal que salieron!

Los vieron, se acercaron intentando averiguar si tenían pinta de querer hablar o pegarles una paliza y al final… querían hablar. Nos pidieron perdón por amenazarnos diciendo que les había dado mucha rabia perder el único dinero que habían ahorrado para ese viaje. Y que el bote de spray se les rompió, que no fue a propósito. A algunos se les ablandó el corazón y fueron a hablar con el recepcionista, el cual dijo que ni loco y que si seguían por allí, que pensaba llamar otra vez a la policía. Además, Carmen, la alemana, dejó my claro que si ellos volvían, ella se iba.
UN AUTÉNTICO SHOW.

Afortunadamente, al final no pasó nada. No sé qué sería de ellos, si consiguieron otros hostal o pidieron dinero o a saber. Dieron pena al final, pero que bien que nos acojonaron. xD
Así que nada, 3 de la tarde y ya sí, a hacer turismo todo lo que pudimos!
Fuimos directos a coger un bus turístico que iba hasta el Palacio de la emperatriz Siss i.Bueno, yo no puedo contar como era, el bus nos durmió a unos cuantos. Efecto sopor de la siesta total. xDDD
 
Y lo demás pues lo típico: edificio-foto, foto de grupo y lo que habéis visto a lo largo de esta entrada.
La ciudad, como se ve y como ya dijo un sabio: es muy palaciega, majestuosa… A mí personalmente me pareció todo muy muy grande y basto. No feo, pero como que todo tiene que ser muy señorial, inmenso y de hormigón, y venga estatuas de metros y metros de altura, y oro…
Vamos, que yo no podría vivir allí. Iría con miedo a hacerle un desconchón a algo y liarla parda!
Una ciudad bonita, pero para ser turista.

¡Y hasta aquí mis vacaciones fuera de Alemania!

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