¡Pura y Vanessa les desean una feliz falsedad!
No me digáis que no parecemos un matrimonio bien avenido... La verdad es que el viaje a Erfurt me vino como agua de mayorl, además que dormí en una Frau Bett (dormimos demasiado). Conocí a gente, me fui al mercado de Navidad, que es enorme y monté en una noria. ¡Qué más puedo pedir! xD
Foticos del Weihnachtsmarkt de Erfurt.
Merece mucho la pena la visita al mercado, es bastante grande y, cómo no, hay salchichas, dulces y Glühwine everywhere. Luego preguntas cuales son comidas típicas de Alemania y estos alemanitos siempre dicen que no hay ninguna. Bueno, con la cerveza y las salchichas creo que ya podéis daros por satisfechos con lo que habéis aportado culinariamente al mundo. xD Por lo demás, me sustento con una alimentación basada en sandwiches, pizzas, ensaladas, pasta, más sandwiches, algo de chocolate y, si tengo suerte, un trozo de pan al horno con tomate, aceite y sal. xD Y no me puedo olvidar de los menús del Mensa, que me proporcionan carne con la salsa estándar de siempre. El otro día me sorprendí pensando en cómo he podido estar cuatro meses sin comer nada de lo que he comido durante toda mi vida y seguir viva, al menos ,seguir con el mismo peso con el que llegué. Y la verdad, me alegro bastante de no haber tenido un antojo de comida española muy fuerte, si no sí que lo habría pasado mal.
Y mientras tanto, empieza a nevar con asiduidad. Piensas que aún queda un mes para llegar a casa y sigues a lo tuyo... Y de repente te topas con que todo el mundo se está yendo a casa y a ti aún te queda una semana más. Y así lo afrontas: bufff, otra semana más. Esto tiene su encanto (la Navidad aquí realmente es navidad: viene Papa Noel, nieva y no hay villancicos flamencos), hasta llega un momento en que tu cuerpo no siente el frío y te ríes de los 0º C que dicen tus amigos españoles que están sufriendo. Pero a pesar de mucho rollito mágico y navideño, te sorprendes pensando en irte con los amigos a Ciudad Jardín; en ir a la facultad a tomarte una tostadita y, de paso, decirle cuatro cosas a los coordinadores ERASMUS; en acariciar a la gata del demonio; en los teleñecos que tiene una por sobrinos y hasta el Se llama Copla (vale, ESTO NI DE COÑA). Y aquí estoy, con la maleta ya sacada y lo que me quiero llevar revoloteado dentro, esperando a ponerme en serio. Parece que ya el día se acerca.
Mientras tanto, lo disfrutamos como se nos ocurre.
"Los primeros en llegar y los últimos en irse". Esa es nuestra frase, la de mi saps Vélez y mía. Casi cuatro meses por Göttingen ya, con casi el alemán del primer día, que es lo triste. Pero bueno, en enero habrá que volver y volver a intentarlo. Y como hay que volver sí o sí, y gustosamente lo haré, gustosamente también mando a tomar esto por culo casi tres semanitas, que falta me hace... xDDD
Ahora sólo queda que no haya más ceniza de volcanes islandeses ni demostraciones de lo estresados que andan los controladores. Por favor, algunos queremos pasar unos días en nuestra puta casa.
¡Nos leemos en enero!
PD: No, mamá, que quiera ir a casa no significa que nunca más me vuelva a ir o que me quede viviendo con vosotros hasta los 30. Porque luego una tiene que aguantar las frases de siempre... U_U